Espacio de detención ubicado en puntos urbanos de encuentro, formados orgánicamente dentro de la ciudad. La estructura en su conjunto crea un “manto orgánico”, una estructura viva, expresión de la unión de la curva y la madera en espacios formales, el balance de lo urbano y lo natural. El manto/envolvente entrega el refugio natural que los árboles brindan a los humanos. Configurado por tres módulos que representan espacios de interacción humana a partir de la modulación de luces y sombras en su interior. Invita a la detención mediante la evocación de imágenes mentales o recuerdos asociados por el usuario a la instalación.