Intervención ubicada en el río Mapocho, que se basa principalmente en restablecer la conexión entre seres humanos y naturaleza, mediante un distanciamiento físico amigable.
Sus figuras orgánicas se entrelazan entre sí, creando un espacio de permanencia, en donde los volúmenes delimitan el distanciamiento físico y cuyas formas juegan con la postura corporal. En su interior, se crea un espacio de transición, en donde el usuario tiene contacto directo con la naturaleza. La intervención genera un vínculo entre el río y la ciudad, estableciendo un equilibrio entre lo urbano y lo natural.