Este proyecto consistía en rediseñar las oficinas para RedBull, empresa que, si bien se ha mostrado enfocada en gran parte a los deportes extremos, los últimos años han precisado que el producto de bebida energética acompaña a los usuarios en diferentes facetas, como es el estudio, los videojuegos y, por sobre todo, el trabajo. Es por esto que para la propuesta se crean tres áreas: ideación, creatividad y energía, en donde estas tres dialogan para crear un espacio de trabajo más productivo para quienes hagan uso de esta, donde puedan mantenerse en movimiento y fomentar al máximo el trabajo colaborativo.